Colapinto debutó con confianza en Monza y emocionó a toda Argentina

El debut oficial de Franco Colapinto en la Fórmula 1 fue mucho más que una simple aparición en las prácticas libres. Fue un acontecimiento que sacudió a los fanáticos argentinos del automovilismo, que se volcaron masivamente a las redes sociales para celebrar la participación del joven piloto de Pilar en los entrenamientos del Gran Premio de Monza.

Con tan solo 21 años, Colapinto se subió por primera vez como piloto titular al monoplaza del equipo Williams y completó un viernes soñado. Si bien terminó en el puesto 17 tanto en la primera como en la segunda sesión (con tiempos de 1m22s880 y 1m21s784, respectivamente), su actuación fue celebrada por lo que representa: una muestra de talento, madurez y potencial a futuro.

Para quienes no siguen de cerca la Fórmula 1, esos resultados pueden parecer discretos. Pero en realidad, son muy valiosos si se considera el contexto: Williams es una de las escuderías con menos rendimiento de la parrilla (solo supera a Sauber en el campeonato), y para Colapinto, se trataba apenas de su segunda experiencia en una práctica libre oficial, tras su participación previa en Silverstone y un test para novatos.

Más allá de los tiempos, lo que se valoró especialmente fue su solidez al volante. En dos horas de práctica, Franco no cometió errores graves, más allá de una leve excursión por la leca que no tuvo consecuencias. En un día donde otros pilotos más experimentados como Kevin Magnussen (con una década en la F1) sufrieron incidentes, y jóvenes promesas como Kimi Antonelli se accidentaron en sus primeros giros, el argentino se mostró firme, prudente y eficaz.

El piloto argentino supo encontrar el equilibrio entre exigirse al límite y cuidar el auto, algo clave para cualquier debutante. Logró evaluar el comportamiento del monoplaza, experimentar con diferentes configuraciones y adaptarse a las exigencias de un trazado tan particular como el de Monza, conocido por su velocidad y sus curvas desafiantes.

Este sábado tendrá un nuevo desafío: la clasificación. Colapinto deberá enfrentarse a los otros 19 pilotos en una prueba dividida en tres fases. En la Q1 se eliminarán los cinco más lentos, en la Q2 quedarán afuera otros cinco, y en la Q3, los diez más veloces lucharán por quedarse con la pole position. Será la primera vez en más de dos décadas que un piloto argentino compita por una posición de largada en una carrera oficial de F1.

De cara a lo que viene, Franco se mostró satisfecho y entusiasmado. En diálogo con ESPN, expresó: “Obviamente fue un día positivo. El 17° lugar no está nada mal. En la FP2 mejoramos un poco, en la FP1 me enfoqué en girar sin correr demasiados riesgos. Me cuesta un poco el ritmo de carrera, las gomas son muy sensibles a la temperatura. Es algo que también viví en la F2, donde me costaba mantener los neumáticos por muchas vueltas. Pero estoy feliz, fue mi primer día como piloto oficial y lo disfruté muchísimo”.

También habló sobre las exigencias físicas de la jornada: “Terminé bien de físico, aunque estoy transpirando mucho. Monza es uno de los circuitos más accesibles en ese sentido. Todavía no me acostumbré a tomar líquido durante las vueltas… ¡No sé qué voy a hacer el domingo! Pero estoy feliz, esto es el sueño de mi infancia. Pude disfrutarlo e hice un buen trabajo”.

Con esta actuación, Colapinto no solo marcó su nombre en el presente del automovilismo argentino, sino que también renovó las esperanzas de una afición que espera con ansias volver a ver a uno de los suyos largar una carrera en la máxima categoría. Este domingo, ese anhelo se hará realidad.